¿QUÉ LE APORTA A NUESTRA FAMILIA EL PERTENECER A HDB? ES DECIR, ¿CÓMO LA REGENERA DESDE EL EVANGELIO?
Crecimiento interior y familiar
• Más oración personal, en grupo y sobre todo en familia.
• Mayor presencia de Jesús y de su Palabra en los hogares, para que sea el “Centro” de nuestras vidas.
• Fortaleza para saber aceptar las dificultades de la vida, especialmente ante la enfermedad y otros momentos difíciles en el matrimonio y la familia.
• Otra visión de las cosas con una perspectiva salesiana.
• Mucha ayuda y formación, seguridad, diálogo, que se va notando poco a poco para mayor cercanía, mejor educación actualizada y mayor integración de nuestros hijos en la Iglesia.
• Nos relacionamos e integramos a la Familia Salesiana.
• Vivencias y relaciones más intensas con la Casa Salesiana.
• Unidad en el Matrimonio y coherencia ante los hijos y con la familia.
• Satisfacción en los hijos y una visión cercana de la “Iglesia doméstica”
• Una segunda familia para los SDB que animan los HDB.
• Felicidad al Matrimonio y al Grupo, tras cada reunión.
• Mejor realización del “Encuentro Matrimonial”, a pesar de las dificultades que todavía tienen bastantes Matrimonios para llevarlo a cabo.
• Mayor conocimiento del Movimiento de Hogares D. Bosco.
Frutos
• Compromiso interno con la familia, externo con los demás y con la Parroquia, especialmente en las Catequesis y Cursillos.
• Testimonio ante la Sociedad, ante los hijos y ante otras familias.
• Conexión y amistad con otras familias. Nos abrimos a otras familias, la familia se amplia.
• Vivir la Fe en compañía y en grupo. El texto bíblico y la oración en común nos sirven de regeneración y para ser consecuentes con nuestro bautismo. Influimos más en los demás (en los hijos) con el ejemplo, con la coherencia de vida, que con lo que se dice.
• Aporte de muchos valores para toda la familia, para crear “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
¿CÓMO COMPARTIR CON OTRAS FAMILIAS NUESTRO MOVIMIENTO-BUENA NOTICIA? ¿CÓMO REVITALIZARLO?
Matrimonio - Grupo
• Profundizando y viviendo la espiritualidad de nuestro Movimiento, que se note en nuestro actuar
• Ponderando el valor de vivir la Fe y la Formación Cristiana en Grupos.
• Procurando implicar a nuestros propios hijos en los Hogares, haciéndoles ver que somos y creamos Familias significativas en la Sociedad y en la Iglesia.
• Con nuestro interés y el testimonio de nuestra vida y el de nuestras familias.
• Evitando los excesos de “los detalles” en el Grupo, que pueden causar la desunión e incluso el abandono de Matrimonios o la muerte del mismo Grupo.
• Mayor unión entre los Matrimonios del Grupo y más relación con los Matrimonios de los demás Grupos, para crear “Movimiento Familiar”.
• “Reciclarse” individualmente y como pareja para tomar nuevo impulso.
• Recordar y realizar mensualmente el “Encuentro Matrimonial”.
• Creer más a fondo en nuestro Movimiento y transmitirlo con el “boca a boca”.
• Dar un testimonio ejemplar, desde la humildad y el convencimiento, con gran optimismo, orgullo y sin miedos, que esto calará en los que nos rodean.
• Evitar enfriarse y arrutinarse en los Grupos, a medida que avanza el tiempo de pertenencia en el Movimiento, no distanciando ni las reuniones, ni la formación.
Movimiento
• Darlo a conocer dentro del Apostolado Familiar de las Diócesis, las Parroquias y nuestros Ambientes y Grupos de la FA.SA., animados por los SDB y las FMA.
• Ofertándolo al principio de curso abiertamente en nuestros Centros durante las Reuniones de Padres, indicándoles que se facilitará la atención de los niños pequeños en Encuentros y durante las reuniones de Grupo.
• Haciendo ver que la Pastoral Juvenil debe dar paso con el avance de edad de los jóvenes a una Pastoral Familiar, como camino más lógico en el proceso de maduración cristiana de las personas.
• Aprovechar los Cursillos Prematrimoniales, las Catequesis de Comunión y otros Encuentros para crear la inquietud de la Formación Permanente a través de Hogares D. Bosco.
• Seguir con una buena oferta de Formación para los Grupos con temas de clara incidencia para los hijos y los nietos.
• Abriéndose y contactando con otras formaciones que surgen en la Iglesia local a favor del Matrimonio y las Familias.
• Mayor compromiso de los SDB y las FMA, pues si lo tienen claro y les ponen interés, surgirán Grupos de Hogares en la Casa en que estén destinados.
• Formación y mayor número de Matrimonios Animadores Espirituales (MAES).
• Hacer ver a los Matrimonios que es necesario sentir la “llamada” de Dios, para formar parte de nuestro Movimiento Familiar. No somos Grupos de amigos que se reúnen para “pasarlo bien” y nada más.
• Constatamos, aunque nos duela, que las dificultades más frecuentes de nuestros propios hijos para no “engancharse” a Hogares son: el miedo al compromiso, el no aceptar obligaciones, la indiferencia ante “lo religioso” y las dificultades propias de tener hijos pequeños y su atención durante las reuniones.
• Haciendo convivencias de HDB abiertas a otras familias que no sean del Movimiento de HDB.
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