Terminamos un nuevo curso con la alegría y la satisfacción de seguir caminando juntos dentro de nuestro movimiento y en comunión con toda la familia salesiana y el resto de la iglesia local.
Al hacer balance de lo acontecido durante este curso que acaba, siempre pesa más en la balanza aquello que ha llegado a buen puerto, el trabajo bien hecho, la voluntad puesta en que las cosas salgan de manera satisfactoria que, y también lo ha habido, algunas cosas que se hayan quedado sin hacer o no hayan salido como todos esperábamos.
El día comenzaba con la celebración de la Eucaristía, animada por el grupo de liturgia, formado por un grupo de hogares y en el que tuvieron una activa participación los niños que acudieron a la misma.
Animados por D. Abel Medina, que nos acompañó en este día, a seguir trabajando en la animación de nuestro movimiento y a que nos hiciésemos presentes en los actos más significativos que se celebraran en la inspectoría, comenzamos la asamblea en la que debatimos sobre la marcha del movimiento, aspectos a mejorar en todos los ámbitos, formación, promoción, comunicación, celebraciones, interrelación con otros grupos de familia salesiana y presencia de hogares a nivel diocesano.
Dando gracias a nuestra madre Auxiliadora y pidiendo su ayuda para que el nuevo curso dé los frutos que todos deseamos, nos despedimos, deseándonos todos unas felices vacaciones.
Al hacer balance de lo acontecido durante este curso que acaba, siempre pesa más en la balanza aquello que ha llegado a buen puerto, el trabajo bien hecho, la voluntad puesta en que las cosas salgan de manera satisfactoria que, y también lo ha habido, algunas cosas que se hayan quedado sin hacer o no hayan salido como todos esperábamos.
El día comenzaba con la celebración de la Eucaristía, animada por el grupo de liturgia, formado por un grupo de hogares y en el que tuvieron una activa participación los niños que acudieron a la misma.
Animados por D. Abel Medina, que nos acompañó en este día, a seguir trabajando en la animación de nuestro movimiento y a que nos hiciésemos presentes en los actos más significativos que se celebraran en la inspectoría, comenzamos la asamblea en la que debatimos sobre la marcha del movimiento, aspectos a mejorar en todos los ámbitos, formación, promoción, comunicación, celebraciones, interrelación con otros grupos de familia salesiana y presencia de hogares a nivel diocesano.
Dando gracias a nuestra madre Auxiliadora y pidiendo su ayuda para que el nuevo curso dé los frutos que todos deseamos, nos despedimos, deseándonos todos unas felices vacaciones.
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